El tratamiento del bruxismo con Bótox consiste en la inyección de esta sustancia en los músculos maseteros y temporales para relajar la musculatura, disminuir la fuerza de apretamiento y rechinamiento, aliviar el dolor y proteger los dientes del desgaste. El procedimiento es rápido, mínimamente invasivo, y los resultados suelen ser visibles en pocos días o semanas, con efectos que duran entre tres y seis meses

¿Cómo funciona?
Bloqueo de señales nerviosas: 
La toxina botulínica interfiere con la transmisión de las señales nerviosas que activan la contracción muscular. 
Relajación muscular: Al bloquear estas señales, se reduce la fuerza de los músculos maseteros y temporales, responsables del apretamiento de los dientes. 
Prevención de daño: Al disminuir la tensión, se detiene el desgaste dental, se previenen fracturas y se reducen los dolores de cabeza, cuello y mandíbula asociados al bruxismo. 

Procedimiento
Infiltración:
El Bótox se inyecta directamente en los músculos maseteros (ubicados en el ángulo de la mandíbula) y, a veces, en los temporales. 
Rapidez: Es un procedimiento rápido que dura unos minutos y no requiere anestesia, ya que las microinyecciones son poco dolorosas. 
Sin tiempo de recuperación: Puedes retomar tu rutina diaria inmediatamente después de la sesión. 

Efectos y beneficios
Alivio sintomático:
Se experimenta una reducción de la tensión y el dolor asociados al bruxismo. 
Protección dental: Se frena el daño al esmalte dental y se previenen desgastes y fracturas. 
Mejora del sueño: La relajación muscular contribuye a un sueño más reparador. 
Estética facial: La reducción del volumen del masetero puede afinar el contorno inferior del rostro. 

Duración y frecuencia
Los efectos del tratamiento duran entre tres y seis meses, variando según el paciente y su metabolismo. 

Consideraciones importantes
El tratamiento está contraindicado en pacientes con ciertas enfermedades autoinmunes y durante la lactancia. 

Botox- Bruxismo

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El tratamiento del bruxismo con Bótox consiste en la inyección de esta sustancia en los músculos maseteros y temporales para relajar la musculatura, disminuir la fuerza de apretamiento y rechinamiento, aliviar el dolor y proteger los dientes del desgaste. El procedimiento es rápido, mínimamente invasivo, y los resultados suelen ser visibles en pocos días o semanas, con efectos que duran entre tres y seis meses

¿Cómo funciona?
Bloqueo de señales nerviosas: 
La toxina botulínica interfiere con la transmisión de las señales nerviosas que activan la contracción muscular. 
Relajación muscular: Al bloquear estas señales, se reduce la fuerza de los músculos maseteros y temporales, responsables del apretamiento de los dientes. 
Prevención de daño: Al disminuir la tensión, se detiene el desgaste dental, se previenen fracturas y se reducen los dolores de cabeza, cuello y mandíbula asociados al bruxismo. 

Procedimiento
Infiltración:
El Bótox se inyecta directamente en los músculos maseteros (ubicados en el ángulo de la mandíbula) y, a veces, en los temporales. 
Rapidez: Es un procedimiento rápido que dura unos minutos y no requiere anestesia, ya que las microinyecciones son poco dolorosas. 
Sin tiempo de recuperación: Puedes retomar tu rutina diaria inmediatamente después de la sesión. 

Efectos y beneficios
Alivio sintomático:
Se experimenta una reducción de la tensión y el dolor asociados al bruxismo. 
Protección dental: Se frena el daño al esmalte dental y se previenen desgastes y fracturas. 
Mejora del sueño: La relajación muscular contribuye a un sueño más reparador. 
Estética facial: La reducción del volumen del masetero puede afinar el contorno inferior del rostro. 

Duración y frecuencia
Los efectos del tratamiento duran entre tres y seis meses, variando según el paciente y su metabolismo. 

Consideraciones importantes
El tratamiento está contraindicado en pacientes con ciertas enfermedades autoinmunes y durante la lactancia.